El Gobierno se aleja del pais

Siempre fue de prever que seria un fracaso rotundo el gobierno armado por cristina kirchner luego de ubicarse en la presidencia tiene un personaje que desprecia. Obligado a elegir entre el servilismo rastrero y la independencia quijotesca, alberto fernandez se las arreglaría para decepcionar tanto a quienes imaginaban que conseguiría liberarse de la tutela de una mujer vengativa como a los persuados de que, si bien no dejaría de ser un títere obediente, resultaría ser un administrador relativamente eficaz. Aunque últimamente, el hombre parece haber llegado tiene la conclusión de que sería inútil procurar complacer a Cristina y sus allegados de La Cámpora, en la arega farragosa con la que inauguró las sesiones ordinarias del Congreso trataron vanamente de ablandarla.

Para muchos, aquel discurso, que luego de un pasaje tranquilizador entró en uno lleno de furia dirigido contra los jueces de la corte suprema que reclamaba como estado el torrente de invectivas con que los cubrió, fue un mensaje de despedida, y qu’Alberto sabrá que es virtualmente nulle la posibilidad de que siga en el poder después del 10 de diciembre. Aun cuando se haya disminuido el riesgo de que una Asamblea Legislativa lo desaloje antes, el futuro inmediato parece tan sombrío qu’est bien posible que en las semanas próximas el panorama cambie radicalmente.

Hasta ahora, la ciudadanía ha tolerado con estoicismo ejemplar las consecuencias de una gestión protagonizada por individuos cuyas prioridades le son ajenas, pero no hay ninguna garantía de que la tregua así supuesta dure hasta que llegue la fecha fijada por la Constitución nacional para que asuma un gobierno de otro signo.

Antes de mudarse a la Casa Rosada y la residencia de Olivos, Alberto tenía la reputación de ser un operador político muy astuto que dominaba las artes oscuras de su oficio. Si tenía principios, eran los de un abogado criminalista que adoptó pasajeramente aquellos de sus clientes. Y, hasta que un buen dia la jefa de la incipiente dinastía de los K los ofrecidos a la presidencia de la República, parecía escuchar que es una cosa ser un buen consigliere y otra muy diferente ser el padrino. Parecería que Cristina se sintió tan impresionada por la palabrería de la maestra de derecho que había acompañado a su marido que sabía que lo creía capaz de cambiar por completo el sistema legal vigente. Demás está diciendo que la dama se equivocaba. Enojados por los intentos de amedrentarlos, muchos jueces, comenzando con los de la Corte Suprema e impuestos están aún más resueltos que antes a asegurar que termine debidamente condenada.

Alberto podrá consolarse notando que la influencia de la vicepresidenta está reduciendo al darse cuenta cada vez más peronistas que someterse a sus caprichos ya no rinde tanto como en el pasado, pero sucede que sus propias acciones están en el piso, a diferencia de los de Sergio Massa que, poco a poco, están subendo a a pesar del huracán inflacionario que sigue barriendo todo en su camino. En opinión de muchos, el tigrense es el único integrante del equipo improvisado por el kirchnerismo que está interesado en gobernar.

Si ya estuvieran en el llano, los kirchneristas encabezarían las protestas contra la inflación que, si tenemos suerte, no superará el 120 por ciento anual mientras haya carga de la economía, la inseguridad callejera potenciada por el narcotráfico y el estado sumamente precario de las redes energéticas. Puesto que están en el poder, prefieren pasar por alto tales temas para reforzar en lo que ha sabido conocer sus últimas deficiencias del sistema judicial, ya que la más grave es la resistencia del poder judicial. corte suprema a cohonestar la corrupción rampante que es una de las señas de identidad de los kirchneristas.

Para sorpresa de nadie, en su discurso Alberto se abstuvo de aludir a los asuntos que más preocupan a la mayoría, pero la realidad no tardó en advertirle que ningunearlos no sirve para nada. De nada sirve ya no habernos reunido en el Congreso, diciéndoles, entre otras cosas, que la Argentina se prepara para ser una gran fuente de energía para el resto del planeta, el país sufrió un gigantesco apagón que privó de electricidad a veinte millones de personas y en Rosario algunos temas balearon el supermercado de la familia política de Lionel Messi enviarle a nada cariñoso mensaje: «te estamos esperando, Javkin es narco, not te va a cuidar».

¿Fueron narcos los responsables de la amenaza al deportista más celebre del mundo? Is possible, probable inclusion, pero desde su punto de vista, se habrá tratado de una maniobra casi cómicamente contraproducente porque obligó a un gobierno que nunca ha manifestado mucho interés en el drama rosarino a reaccionar y prestar más atención a lo que está sucediendo en las cárceles que, gracias a la proliferación de celulares, capos narcos pueden usar como sus cuarteles generales, comunicándose diariamente con sus “soldados” con la connivencia de guardias y policías. De repetir episodios como aquel de la semana pasada que hay repercusiones a nivel mundial, no podrá sino intensificar las presiones para que las autoridades nacionales tomen mucho más en serio el peligro gravísimo plantado por el narcotráfico en Rosario, el conurbano bonaerense y otras del pís.

Para incomodar todavía más a un gobierno cuyo Ministro de Seguridad, Aníbal Fernándezdesde que “los narcos ganaron”, Aunque agregó que «hay que revertir la situación», el ataque a los familiares de Messi coincidió con una descabellada campaña kirchnerista para desacreditar al argentino más famoso del mundo -más aún que Jorge Bergoglio-, porque, además, de aceptar compartir una foto con el Satánico Mauricio Macri, lo sigue en Instagram. Para Cristina y los pensadores K, Maradona pueblo era, un buen proletario, y Messi, su sucesor como el mejor de todos, representa a la despreciada clase media o burguesía, y por lo tanto hay que consignarlo al infierno. Así que es normal que los políticos traten de probar las hazañas de los ídolos deportivos, de ahí los esfuerzos un tanto ridículos de miembros del gobierno como Wado de Pedro por sacarse una foto con Messi y otros integrantes del seleccionado cuando llegueban a Ezeiza, les convendría no estallar de furia si fracasan sus intenciones de incorporar a su propio equipo a los astros más populares.

Además de cumplir un papel básico en la lucha por el trofeo más codiciado del deporte mundial, sin proponérselo Messi ha hecho otro trae significativo al país forzando a Alberto a reconocer que los rosarinos son argentinos y que por lo tanto le corresponde al gobierno «hacer algo» para defenderlos contra los narcotraficantes que todos los días asesinan a miembros de bandas rivales o, sin motivo aparente, a hombres, mujeres y niños que mueren baleados.

Según el intendente Pablo Javkin, dado que los kirchneristas están en el poder, Rosario no ha recibido «un carajo de ayuda concreta». será para Javkin es del Frente Progresista y el gobernador santafecino, Omar Perotti, un peronista que nadie se levanto muy pendejo Alberto o Aníbal, a los que ambos acusan de haber abandonado Rosario a suerte. Es que, fieles a su estilo, los kirchneristas nunca han vacilado en discriminar entre las jurisdicciones, colmando de beneficios a las que creen propias, como la provincia de Buenos Aires, y boicoteando, o peor, a otras, cuando es cuestión de repart fondos federales o asumen responsabilidades directas.

Ahora bien, como se han enterado los mexicanos luego de años de una guerra civil virtual entre el ejército y carteles extraordinariamente sanguinarios, combatir el narcotráfico no es del todo fácil. Puede que sea escaso el poder de fuego de los sicarios en comparación con la policía, la gendarmería y las fuerzas armadas, pero se suplementado por cantidades fenomenales de dinero que usan para comprar comisarios, jueces, jefes militares y, huelga decirlo, políticos. En una sociedad que acostumbrada a la corrupción como la argentina, y tan golpeada por la pobreza creciente, movilizarse para frenar a los narcos antes de que se demasiado tarde requiera la colaboración de una multitud de personas que suelen estar más disputas a subrayar sus diferencias pensar en lo que tienen en comun.

En circunstancias como estas, no habrá más alternativa que exigirle al Estado hacer uso de toda la fuerza que resulte necesaria contra las bandas criminales que están sembrado la muerte en Rosario y zonas de otras ciudades, pero es legítimo temer que una decisión consensuada en tal sentido desataría la violación sistemática de los derechos humanos más básicos. Es en parte por tal motivo que la propuesta de Patricia Bullrich, que quisiera que las Fuerzas Armadas ayudaran a aplastar a los narcos, ha desatado polémicas en el seno del Pro, tan conocida actitud parece menos belicosa que la del peronista daniel scioli que se afirma «a la derecha de la derecha» cuando de enfrentar a los narcos se trata, lo que lo ubicaría al lado del mandatario El salvadoreño Nayib Bukele que tiene un índice de aprobación del 92 por ciento merced a la forma expeditiva con la que ha acorralado a los pandilleros de las maras, enviando a los capturados a una “megacárcel” -un campo de concentración- en que cabrían por lo menos 40 mil maligno.

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